Si el orden de los patrones kené puede entenderse como un manifiesto visual del compromiso con los valores fundamentales de la ética shipibo y con los protocolos de convivencia, reciprocidad y parentesco que se extienden más allá de lo humano a los animales, las plantas, la tierra y el agua; también es dentro de estos principios que nuestras asociaciones artísticas están arraigadas.

 

Esto implica entender que la obra de arte, el trabajo de activismo ambiental y la lucha por la soberanía indígena no pueden separarse; deben avanzar por el mismo camino. Como resultado, los patrones de kené se cargan políticamente, como un emblema de activismo artístico. Están en la bandera ondeando sobre las visiones de una Nación Shipibo unificada, de modo que el poder curativo de los dibujos ahora se extiende a la dimensión territorial.

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Las colaboraciones del Shipibo Conibo Center son parte de un esfuerzo destinado a traspasar los paradigmas coloniales que han separado a los artistas indígenas del entorno del arte contemporáneo. Estas iniciativas tienen como objetivo establecer un modelo de cómo posiblemente acercar los reinos del arte, la curación, la ecología y la política que se separaron a través de los modos de extracción y representación colonial y neocolonial.

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